Un joven cura que trabajó con chicos de la calle en Montevideo es el nuevo secretario personal del Papa Francisco
El Papa nombró al sacerdote uruguayo padre Gonzalo Aemilus.
El Papa Francisco nombró al sacerdote uruguayo padre Gonzalo Aemilus su secretario personal del obispo de Roma, anunció este domingo la sala de prensa de la Santa Sede. Francisco conocía y apreciaba desde 2006 al cura que se ocupaba de los chicos de la calle de Montevideo, una parte de ellos drogados, e inesperadamente lo presentó a la gente que se agolpaba en la puerta de Santa Ana del Vaticano cuando se aprestaba a celebrar su primera misa como pontífice cuatro días después de haber sido elegido Papa por el Cónclave de cardenales el 13 de marzo de 2013.
Jorge Bergoglio estaba por entrar a la Iglesia de Santa Ana, dentro del territorio vaticano, junto a una de las puertas de la ciudad leonina, cuando reconoció entre los fieles que se encontraban afuera y lo aclamaban a Gonzalo Aemilius.
“Quiero que ustedes conozcan un cura que viene de muy lejos, un sacerdote que desde hace tiempo trabaja con los chicos de la calle de Montevideo, con los drogados. Para ellos ha abierto una escuela, ha hecho tantas cosas para hacer conocer a Jesús y todos chicos y chicas de la calle trabajan hoy con los estudios que han realizado, tienen capacidad de trabajo, creen y aman a Jesus”.
Señalándolo con la mano, el flamante Papa Francisco le dijo: “Yo te pido Gonzalo que vengas a saludar a la gente a la que pido que rece por él. Trabaja en Uruguay y es el fundador del Liceo Jubilar Juan Pablo II, hace este trabajo. No se como hoy haya llegado aquí. Gracias. ¡Recen por él!”.
El padre Gonzalo Aemilius atravesó entonces la puerta de Santa Ana entre aplausos y el Papa lo abrazo haciéndolo entrar con él en la iglesia del mismo nombre.
“Un encuentro y una escena que asumen hoy un valor también profético”, señaló el vaticanista Domenico Agasso.
En 2006 el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, lo llamó por teléfono tras oír hablar de su gran trabajado con los chicos de la calle en la capital uruguaya.
El padre Gonzalo viene de una familia acomodada de Montevideo, tiene una abuena judía y padres no creyentes. Contó que se había convertido en la escuela secundaria “impresionado por la sonrisa y la alegría que veía en algunos sacerdotes que ayudaban a los chicos de la calle, no obstante las amenazas de muerte.
Decidió entonces hacerse cura y dedicar su vida a los chicos pobres y abandonados de su país. Estudió en Roma dos años de teología en Roma.
El día después de la misa en la iglesia Santa Ana en 2006, que despertó mucha curiosidad por el cura uruguayo, el diario vaticano “L’Osservatore Romano” lo entrevistó. El padre Gonzalo contó que de Jorge Bergoglio, el flamante Papa Francisco, le impresionaba su capacidad de integrar valores diversos y dirigidos en una sola dirección. “Hacer experiencia de su capacidad fue decisivo en mi vida. Me ha enseñado a obtener lo mejor que hay en cada individuo, por cuanto pueda ser distinto de los otros y ponerlo a fruto por el bien de todos.
Dijo al “Osservatore” qu le impresionó verlo durante la misa de un viernes santo en Buenos Aires mientras celebraba en una villa miseria en la que circulaba mucha droga, lavando los pies de toxicodependientes que vivían en el barrio, “prisioneros de aquel mecanismo tremendo que son la droga y su camino·.
Domenico Agasso, periodista del sitio “Vatican News” del diario “La Stampa” recuerda que el padre Gonzalo Amelius compartirá la condición de secretario personal del Papa Bergoglio con el sacerdote egipcio Yoannis Lahzi Gaid.
El padre Gonzalo reemplaza al al argentino Fabian Pedacchio, que fue desde el comienzo del Papado de Francisco su secretario personal. Bergoglio lo había enviado unos años antes a Roma a trabajar en la Congregación para los Obispos, tras un pedido de las autoridades del dicasterio que le habían pedido un buen refuerzo.
Monseñor Pedacchio hizo un óptimo trabajo, discreto, inteligente y eficaz. Nunca dejó la Congregación para los Obispos y a mediados de 2019 le pidió al Papa que tras este siglo de trabajo “en la lealtad, el silencio” y la eficacia, lo dejara regresar a su dicasterio.
Las “murmuratione” en el Vaticano chismean que monseñor Pedacchio será consagrado pronto como obispo por el Papa argentino y tornará cuando sea necesario a trabajar junto su pontífice compatriota.